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APOYO Comunicación

Toma Decisión Trabajo Remoto

El 12 de marzo, como todos los jueves, iba a trabajar desde casa, aprovechando nuestra política de Home Office. Temprano me llamó nuestra Gerente General para una reunión excepcional del comité directivo para decidir qué hacer sobre el coronavirus. Más de la mitad de nuestros colaboradores vienen a la oficina en transporte público.

En la reunión hay incertidumbre, pero también convicción. Falta información, pero hay prioridades. Tenemos casi todo lo necesario para pasar a un esquema total de trabajo remoto. Sabemos que va a ser necesario en algún momento, mejor hacerlo de una vez.

Aprovechamos la reunión para hacer planes y aclarar principios y buenas prácticas de trabajo remoto. Terminamos la reunión y convocamos de inmediato a todos los que están en la oficina. Nuestra Gerente General explica la decisión tomada. La seguridad de cada uno de nosotros y nuestras familias es lo más importante y no queremos correr riesgos innecesarios. Todos deben aprovechar la tarde para planificar y juntar sus cosas, verificar que tienen todo lo necesario para poder hacer trabajo remoto por un plazo incierto. Después llamamos uno por uno a los compañeros que faltan. Con el área de sistemas pactamos todo lo necesario para asegurar el funcionamiento correcto del trabajo remoto para las 80 personas que trabajamos en la oficina.

La gente empaca lo necesario y sale de sus oficinas con sus laptops en sus mochilas, nos despedimos sin saber cuándo nos volveríamos a juntar presencialmente. Nos enfocamos en las rutinas y esquemas que seguiremos para organizar bien nuestro trabajo.

En los meses siguientes el Net Promoter Score de clientes sube en 8 puntos comparado con los 3 trimestres anteriores a la pandemia y el NPS interno (eNPS) en 26 puntos, gracias a la previsión y decisión de priorizar a nuestra gente.

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